El impacto emocional de los desastres

Los desastres suelen llegar sin avisar, o con muy poco aviso. En un instante su hogar y su comunidad pueden sufrir daños o ser destruidos y cambiar para siempre.

Es común que después de un desastre se presenten diversas reacciones, entre ellas cambios en los pensamientos, sentimientos y comportamientos.

Comprender cómo podría verse afectado después de un desastre puede ayudarlo a sobrellevar mejor la situación. Los sentimientos de tristeza, ira y dolor son reacciones normales a eventos inusuales como los desastres. Es posible

que en un principio no experimente estos sentimientos, cuando está dedicando su tiempo y energía a reconstruir lo perdido. Pero podrían salir a la superficie más tarde.  Los aniversarios del desastre también

pueden hacer que resurjan las reacciones postraumáticas.

Estos son algunos sentimientos y reacciones comunes luego de un desastre:

  • Temor y ansiedad, especialmente cuando algo le hace recordar el desastre
  • Sensación de desesperación, desesperanza o desolación
  • Irritabilidad y temperamento explosivo
  • Frustración y resentimiento
  • Sensación de inestabilidad, de alterarse fácilmente o de no ser el mismo de siempre
  • Pérdida de interés en las actividades diarias
  • Olvidar cosas fácilmente, incluso nombres y teléfonos empleados con frecuencia
  • Aumento o hiperactividad del reflejo de sobresalto

Los cambios de comportamiento también son reacciones normales a sucesos traumáticos. Algunos de ellos son:

  • Aislarse o apartarse de los demás
  • Mantenerse excesivamente ocupado para evitar los efectos desagradables del desastre
  • Evitar las actividades, los lugares o incluso las personas que le recuerdan el desastre
  • Sobresaltarse o asustarse con facilidad
  • Tener problemas para dormirse o para permanecer dormido
  • Aumento en los conflictos o la tensión con miembros de la familia u otras personas
  • Llorar o estar al borde de las lágrimas sin motivo aparente
  • Aumento o disminución del apetito
  • Sentir un mayor deseo de consumir drogas o alcohol. Si esto le preocupa, busque ayuda o apoyo.  

Los desastres pueden afectar mentalmente a las personas. Usted podría:

  • Tener problemas para concentrarse o recordar las cosas
  • Distraerse fácilmente
  • Batallar para tomar decisiones
  • Revivir mentalmente los sucesos y las circunstancias del desastre
  • Tener sueños o pesadillas recurrentes
  • Cuestionar sus creencias espirituales o religiosas 

Estas son algunas cosas que usted y su familia pueden hacer para reducir el estrés:

  • Hable con otras personas sobre cómo se siente y sobre lo que ha pasado. Es necesario que usted exprese la tristeza, el dolor, la ira y el temor por lo sucedido y lo que está enfrentando.
  • No se sobrecargue de trabajo. Haga una pausa en las reparaciones para estar con su familia. Dese un tiempo para divertirse, relajarse o practicar su pasatiempo favorito.
  • No se aísle. Busque y manténgase en contacto con su comunidad, amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo o miembros de su iglesia.
  • Preste mucha atención a su salud física, ya que el estrés prolongado puede llegar a tener un impacto en el cuerpo. Lleve una dieta sana, duerma lo suficiente y haga ejercicio con regularidad.
  • Los momentos difíciles pueden llevar a algunas personas a consumir alcohol o drogas para sobrellevar el estrés. Esto a la larga no ayuda en nada y posiblemente causará otros problemas. Busque ayuda si usted o un ser querido están

    consumiendo drogas o alcohol para sobrellevar el estrés.

  • Busque atención médica de inmediato si sus reacciones postraumáticas se agravan o si llega a pensar en hacerse daño.

En la medida de lo posible, las familias deben mantener sus rutinas, como comer juntos regularmente, participar en actividades divertidas y continuar con otros rituales familiares. Esto les ayudará a dar a su vida un sentido de orden y normalidad

y les reconfortará en tiempos de incertidumbre. 

Cómo ayudar a su pareja

Las parejas necesitan cuidar de su relación. Reserve un tiempo para que estén a solas, hablen de cómo se sienten y diviértanse juntos. 

Cómo ayudar a los niños

Pida a los niños que hablen sobre sus experiencias y déjelos que expresen libremente sus sentimientos. Están pasando por un momento confuso y aterrador.

Ponga atención a cualquier cambio en su comportamiento y cualquier

otra señal que pueda indicar angustia emocional. Algunos niños podrían retraerse, mientras que otros canalizarán su ira portándose mal.

No es inusual que reaparezcan conductas inmaduras, como mojar la

cama o chuparse el dedo. Además, los niños podrían tener pesadillas, o mostrar su temor a través de síntomas de una enfermedad.

Acepte sus necesidades especiales permitiéndoles que dependan más

de usted por un tiempo, y sea cariñoso con ellos

Conozca otras maneras en las que puede ayudar a los niños a recuperarse de un desastre.

Cómo ayudar a las personas mayores

Los adultos mayores de la familia experimentarán muchas de las mismas reacciones que los demás, pero podrían tener ciertas inquietudes particulares, como miedo a que se deteriore su salud, a tener que depender de los demás

o a ser internados en una institución.

Debido a estos temores, podrían estar reacios a revelar el impacto que el desastre ha tenido en ellos en toda su magnitud.

Tranquilícelos demostrándoles que se preocupa por ellos y que está dispuesto a ayudarlos

cuando estén listos para aceptar su ayuda.

Vea más información sobre cómo ayudar a las personas mayores a recuperarse.

Expectativas

Es importante ser realista en lo que respecta a la recuperación. Puede que no sea un proceso fácil ni rápido, y que se deban enfrentar muchos retos.

Reconocer que no puede tener todo bajo control le ayudará a reducir el estrés; fijarse plazos realistas hará que tenga más confianza en que la vida volverá a la normalidad.

Si su estrés llega a un nivel incontrolable o dura más de tres meses, busque ayuda profesional.